Abstract
El trabajo plantea el problema enfatizando en que el lenguaje no solo motiva un interés intrínseco como objeto de estudio, sino que, a la vez, es el vehículo a través del cual se organizan y transmiten conocimientos, ideologías, actitudes y opiniones, y se orientan o normatizan comportamientos. Los discursos escritos, como leyes, códigos y jurisprudencias, prohíben o permiten comportamientos sociales a través de normas y leyes que buscan controlar y regular el comportamiento humano del adolescente.