Publicación: Análisis de proyectos de educación sexual: desafíos y oportunidades en dos escuelas normales de Boyacá.
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La Educación Sexual Integral (ESI) constituye un proceso pedagógico y sistemático, incorporado en el currículo escolar, que aborda de manera holística las dimensiones cognitivas, emocionales, físicas y sociales de la sexualidad. Su propósito es brindarle a los niños, niñas y adolescentes conocimientos, habilidades, actitudes y valores que favorezcan su bienestar, autonomía y dignidad, permitiéndoles tomar decisiones informadas y responsables en torno a su sexualidad (WHO, 2023). Desde esta perspectiva, la ESI se configura como un pilar fundamental para el desarrollo integral, al facilitar la adquisición de conocimientos científicos, éticos y sociales sobre la sexualidad. La implementación de la ESI en los contextos escolares contribuye a generar procesos de reflexión crítica, formación ciudadana y transformación cultural, al tiempo que permite desafiar estereotipos, resistencias normativas y discursos restrictivos sobre la sexualidad. En ese marco, adquiere un papel clave en la prevención de la violencia de género, el abuso sexual y otras formas de maltrato, al fomentar la empatía, el pensamiento crítico, la autonomía y la convivencia. Asimismo, promueve la construcción de espacios educativos inclusivos, donde se reconoce la diversidad y se consolidan prácticas pedagógicas relacionadas con la igualdad y el respeto. En el contexto colombiano, la ESI ha sido incorporada a mediante diversas leyes y políticas públicas que guían su implementación en ámbitos como la salud, justicia, educación, entre otros. Particularmente, en el escenario educativo, su incorporación se enmarca en las directrices de la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994), el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006), el Sistema Nacional de Convivencia Escolar (Ley 1620 de 2013) y los enfoques conceptuales que propone la Política Nacional de Sexualidad, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, tales como el enfoque de género, de derechos, poblacional y diferencial. Estos marcos normativos reconocen la importancia de la formación en ESI en las instituciones educativas, con dimensiones prioritarias para el desarrollo integral de los niños y adolescentes. Adicionalmente, en el ámbito pedagógico, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha propuesto orientaciones curriculares como los Estándares Básicos de Competencias (EBC) y los Derechos Básicos de Aprendizaje (DBA), que guían la incorporación de la ESI en el currículo. Estas disposiciones permiten abordar la sexualidad desde una perspectiva pedagógica y transversal, promoviendo el desarrollo de habilidades socioemocionales, el pensamiento crítico y la formación ciudadana.